El 2025 presenta una interacción compleja entre inflación persistente, cambios en la política monetaria y crecientes tensiones geopolíticas. En este análisis, Alejandro examina qué activos podrían beneficiarse de este entorno, qué regiones muestran mayor resiliencia y cómo los inversionistas pueden preparar sus portafolios ante un ciclo económico que continúa evolucionando.
Entre los temas clave destacan:
- Inflación y tasas de interés: La divergencia entre bancos centrales genera oportunidades en deuda soberana, divisas y commodities.
- Crecimiento desigual por regiones: Europa enfrenta desafíos estructurales, mientras que parte de Latinoamérica muestra impulso gracias a exportaciones y reformas fiscales.
- Geopolítica y cadenas de suministro: La fragmentación global reconfigura rutas comerciales y favorece activos vinculados a energía, metales estratégicos y nearshoring.
- Estrategias de portafolio: La diversificación inteligente, el uso de coberturas y la exposición selectiva a mercados emergentes se vuelven esenciales para navegar la volatilidad.
Con una combinación de riesgos y oportunidades, 2025 exige un enfoque estratégico, disciplinado y basado en información cuantitativa para proteger capital y capturar crecimiento sostenible.